воскресенье, февраля 11, 2007

El rostro de dios




Es probable que venga de muy lejos
No se quién es ni a dónde va
Es sólo una mujer que se muere de amor y de lenguas.
Se le nota en sus ojos de luna creciente

En sus menjunjes de añoranzas
En sus anteriores hombres y mujeres
En su cuerpo sin besos
Y otras cicatrices.

Sé que al huir de mi tiempo
Su lujuria se derrama
En un cuenco de cenizas

Es probable que vuelva a rematarme uno de estos días
Y con ella el rostro de dios.