понедельник, марта 06, 2006

V (espejado)


V

Air

La carne, se entibia en el sol, la carne.
Pasa un Manet disfrazado de sevillano con un caballo, por la avenida se ven mosquitos.

- Donde conseguiste yerba?
- Al lado de el ayuntamiento
- No tenían rosamonte?
- Esta está mejor

El mate estaba lavado, a Lori le colgaban 5 globos de la cintura, Andrés y yo tocábamos la guitarra.
Despues de un rato Lori empieza a hablar sin parar, algo de su niñez en Almagro.
Respiraba hondo como si se quisiera tragar el río, y cada tanto bostezaba, nadie dormía.

- El pibe de los andamios el otro día me tiro una flor.
- Alguno sabe quien es?
- No...
- Yo hable un par de veces, es medio tímido.

Tenia ganas de pasar por la obra, como casi todos los días, y ver que tenia para decir o hacer, siempre en el mismo balcón, el mismo andamio, siempre una nueva.
La primera vez volvíamos con Andrés del tren y nos llamo, desde abajo no entendimos que quiso decirnos, nos regalo un euro de Melilla y se metió a la obra.

- Porhay conoce a alguno
- No se, aca son así, te acordas en Cádiz, el del bar?
- Ese estaba borracho Lori

Despues de un rato, ellos se fueron a tirar curriculums por el centro, yo me quede un rato mas en la orilla, llega un punto del insomnio que cada imagen parece querer decirte algo, estén colgadas de un andamio o fumando hachis en la plaza, todas encajan.
Agarre un marlboro carísimo y de maquina.
Saque el cuadernito de bocetos.

Tuve la necesidad, es horrible, dibujar con esa pulsación enfermiza de ahorcar el lápiz, cauterizar la hoja, con la agitación de no saber porque tenés que hacerlo ahora y ahí.
Doria, se llamaba Doria, y seguro tenia otro nombre, pero costaba 50 pesos la hora y tenia ventilador por Esmeralda.
En el ascensor mi cara de nene tenia mas miedo que yo, y me temblaban las piernas, todo se iba a terminar ahí y ahora.
No parecía nada inteligente pero me ofreció algo de tomar y no atendía menores.
El primer conflicto de mi pre-vida sexual, el ahogo de querer entrar aunque signifique violación y el desinteresado descanso de huir una vez mas de esa maza de jugos y piel de bebe.
Los 50 pesos es otra historia, mi tía odiaba que escuche a Miles Davies y no le de pelota a Bach, tanto que me ofrecio el trato de escuchar la sinfonia entera, mi primer trabajo, obviamente en negro.
- pero mira que necesito 50
- vos escuchala, y completa.
Se llevo el gato y cerro la puerta, la escuche bajar las escaleras con un poco de resignación, mi única referencia de sinfonías eran esas carreras larguísimas de Shubert, entrelazadas con mate cocido y alguna charla de mi vieja por teléfono, pero eran 50 pesos.

Puse play y me acosté en la alfombra.
Ahora que veo el retrato no era tan seria, pero se parece bastante, Doria, mira que hay nombres...
En el desván de Marita había de todo, desde piedras cargadas hasta grabados de Goya, al lado, arriba de las escaleras estaba la cámara, un especie de armario triangular y muy estrecho, siempre a oscuras y con restos de la familia, alhajas de los de salta, libros de los de Jujuy, mascaras incas, partituras, bandoneones, fotos firmadas con borde de carpeta, inciensos. Los monstruos de la cámara egipcia no sobrevivieron a mis 11 años.
Apreté play mirando una foto de Hermeto Pascoal.
Apreté el timbre en esmeralda 314 mirando el patrullero estacionado en la esquina.
- No soy menor, me olvide el documento pero no soy menor, te pago ahora si queres
- Vení entra.
El departamento de dos ambientes tenia olor de aire acondicionado y a la vez el piso era de alfombra.
Hasta que me hizo sacarle el corpiño era una mujer, despues nada.
Era un boy scout, tenia dos tipos de preservativos, tenia los 50 y propina y tenia desodorante de recién bañado.
Hablaba como un idiota y no podía parar, si paraba empezaba, y siempre había alguna palabra para tratar de refrenar unos segundos lo inevitable.

Confusion, no connections.

Apenas desabroche el corpiño la toque, apenas la toque la mitad de Doria se humanizó, pero faltaba el resto, el adentro.
Hasta despues de media hora me entere de todos los miedos falsos del colectivo hasta el centro, la temida vejez y fealdad de Doria, la temida incomunicación con mi anatomía, la temida equivocación de la inexperiencia, todo ceniza, todo muerto, nada resulto concordar, nada de eso se hizo realidad, tuve mucha mucha suerte.

Un amigo despues cuestionó “el acento de puta” de Doria, yo ni me fije, se lo debo.
Por fin guarde su retrato, por fin pude respirar aire del de antes, respirar aca, en el presente,
despues de 40 minutos y 3 cigarrillos me acorde de no silbar tan fuerte la sinfonía.
Nunca pude acordarme de no llorar silbando a Bach.