четверг, ноября 10, 2005

Ahbrielle




Pero claro, hubo un desencanto
Siempre hay un desencanto
Pero yo no lo quería.
Y ahí me quedaron todos los papelitos encriptados que intentaban hablarle al oído, inútiles como estos dedos que use para inyectarles alma.
Eran letras, un rejunte de palabras, un patíbulo de cerdos.
Si , una basura, pero eran míos.
Como yo
Como vos
Tengo la mancha perfecta Tomas.