whisky
“ así queres crecer? Así lo ves? Cuantas veces vamos a tener que hacer lo mismo?
Dale explicame de nuevo eso del conflicto de intereses…”
Pero no me deja y el vidrio cacarea hasta romper en llanto, igualmente lo más terrible de la casa era el vinilo angustiante y su lluvia que a partir de las doce era llanto.
El coloso de Palermo continuaba con su vano intento de derrocar expectativas, su sonrisa y los ojos vapores contorsionaban una falsa felicidad de alcohol.
“parpadeas a destiempo” dije inconscientemente mientras le entregaba mis ojos.
“no te vas a rendir a los 13 años no?” me sonríe desde arriba y mientras se me escapa entre humos bajo la cabeza, eran las 12 y 1.