воскресенье, сентября 25, 2005

tu dictado


Basta
Hay una sombra que me habla, de alambres, de guiños, se de ojos de agua.
Ya no sabe que agujeros tiene que llenar y con cuales llenarlo.
Aparte debe plata no sabe ni que va a comer esta noche, si llega.

Se escucha una risa lapidaria, adormecedora y desconcertante desde el fondo de una chimenea.
Y ya no puede ni escribir ni ser , ni mirarse contemplándose a si mismo desde una chimenea que, entre el humo y el vapor emitía luz de gas.

Un istmo de placeres naufraga en su garganta, es como Constantino, y se deja desanimar.
Veo los mozos de Figueroa alcorta estornudando, sacando un pañuelito y guardándoselo en el pantalón, siempre tan colgados con su vida.
Veo que me faltan dedos, y tendría que tener 3 lenguas para hablarlo todo. Soy tan vulgar que ni siquiera acaba diciendo :
Basta
Sino que con su mano morada dictó: battsa
Se arremanga los pantalones y se va.